'El amor a la vida es el punto del horizonte en el que se besan el día y la noche, la alegría y la depresión'

Cuando alguien no encuentra motivos para apartar las sábanas cada mañana.
Cuando su mejor refugio es hundir la cabeza en el colchón.
Cuando el negro se instala en su alma.
Cuando te miras al espejo y eres un yo dentro de una cara extraña.
Cuando la realidad se presenta desnuda, sin aditamentos, mirándote a los ojos, cruel.
Es entonces cuando el sol deja de ser un motivo para salir, saltar, volar, correr.. Se convierte en bola de fuego que abrasa. Razón para refugiarte en el rincón más oscuro. Lejos de conversaciones amables que para ti no son bálsamo, sino falsos consuelos.
 
Así es la depresión. Así se siente un deprimido:
 
sólo en medio de un mundo que él ve como purgatorio. Incomprendido, afectado por una lucidez clarividente que hace que perciba, cuanto le rodea, tal cual: sin colores, sin luz, sin vida, en definitiva... sin sentido.
 
Y escribo sobre la DEPRESIÓN porque me he topado con ella en diferentes momentos de mi vida y, justo, en este, de nuevo. Y lo escribo con mayúsculas porque esta sociedad necia prefiere esconderla debajo de una alfombra como se esconde la suciedad cuando viene una visita sorpresa: con el pie, con disimulo, sin que se note.
 
Pues NO.
 
Existió, existe y existirá. Y lo hará para disgusto de quienes se sitúan en el discurso manido y socialmente aceptado del "es débil". A lo que yo atestiguo que, todas y cada una de las personas que han pasado por mi vida con esta situación, eran y son: gente vitalista, llenas de luz, con unas inmensas ganas de vivir,  a las que el sol acaricia la cara, el aire trae recuerdos a mar y el verdor les hace daño en la vista de tan puro como lo ven...

"Allí dónde estés quiero que lo sepas: lo orgullosa que estoy de ti. Te presto mis oídos para que los colmes con tus penas. Cobíjate en mi alma que encontrarás un poquito de luz. Apóyate en mi hombro y llora, mucho, todo lo que puedas, hasta que no te quede una lágrima, hasta que a ninguna de las dos nos queden y empecemos a sonreír. Refléjate en mi espejo y busca en mis ojos; en ellos te encontrarás: alegre, vivaz, capaz de mover montañas y de volverte a levantar. Dame la mano porque entiendo que ahora caminas sobre roca árida, pero pronto se va a acabar. Te lo prometo"
 
Cada día, cuando nos levantamos, hay cientos, miles de personas, que ven la mañana como una pendiente insufrible. Y no lo hacen porque sean más débiles. Al contrario, lo más seguro es que la vida se les haya mostrado tal cual es, sin la magia del amor, del gusto por las cosas y las ilusiones. La tarea del que está al lado ha de ser la de escuchar hasta la extenuación, empaparse empatizando y servir de bastón cuando el otro lo necesite.
 
Ésta es sólo una reflexión, evidentemente, ajena a consideraciones médicas que son imprescindibles. Porque además del apoyo de los seres queridos -sobra que lo diga- es necesaria la ayuda del médico. ¿O no vamos a caso a visitar al doctor cuando nos duele el estómago?
 
Os dedico, 'NO TE RINDAS', un poema de Mario Benedetti.
TE LO DEDICO A TÍ: porque el amor a la vida es el punto del horizonte en el que se besan el día y la noche, la alegría y la depresión.
 

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero. 
 
Mirador en Cabezón de Liébana, Cantabria
 


Comentarios

  1. A veces necesitamos una bofetada de realidad para seguir manteniendo los pies en la tierra. Gracias Ferreras!

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  2. A veces necesitamos una bofetada de realidad para seguir manteniendo los pies en la tierra. Gracias Ferreras!

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  3. Gracias a ti por regalarme unos minutos y leerme. Un abrazo, compañero. Muaaaa.

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  4. Me gusta como escribes,no eres una vanidosa que escupe vacuidades en la red mabel.

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  5. Muchas gracias, Mabel. Intento ser sincera en lo que escribo y, en la medida de lo posible, que aporte algo a quién tiene la deferencia de dedicar algo de su tiempo a leerme.

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