"Hemos convertido a los políticos en los putos amos y son los putos empleados"

La frase no es mía, es de Pedro Ruiz: "Hemos convertido a los políticos en los putos amos, cuando, en realidad, son los putos empleados". Unas palabras que radiografían, a la perfección, lo que es nuestro país.
Los políticos en España -desconozco cómo se comportan en otras latitudes, tan solo he tratado, por razones laborales, con los de Cantabria- son una suerte de 'tipos ataviados de traje y corbata', rodeados de su séquito de palmeros y revestidos de la aureola del poder, aunque no, necesariamente, de un bagaje cultural y profesional que los acredite para el puesto. Ya se sabe, y no es un secreto, que en la carrera política no es el más listo o el más preparado el que llega, sino, el que mejor se relaciona o el que consigue ir escalando a base de conseguir apoyos. La pregunta es: ¿cómo conviven la 'carrera política' y el trabajo en beneficio público? Pues lo hacen de la siguiente manera:
Lo lógico es pensar: hay elecciones, le toca gobernar al partido de 'Los chungos' y estos colocarán en los puestos de responsabilidad a los más preparados. Error. No tienen por qué ser los más preparados, ni siquiera estar preparados. Los jefes de 'Los Chungos' elegirán de entre los suyos, para el puesto de subjefes, a los más afines, y estos subjefes -a su vez- a un equipo de trabajo afín a ellos. Esto abre la puerta a toda índole de personas ¿Y por qué lo hacen así? Pues porque 'hacer carrera política' y desempeñar un trabajo en beneficio público o de interés general van, en España, de la mano. Pongamos un ejemplo:
'Marquito Amante De La Foto' es consejero de Incultura y tiene un presupuesto de 1000 petrodólares. Con esos 1000 petrodólares Marquito puede hacer dos cosas: 1) financiar las mejores publicaciones, subvencionar los proyectos más interesantes, construir infraestructuras o 2) financiar las publicaciones de sus amigos y colegas de partido, subvencionar los proyectos de sus amigos y colegas de partido, dar dinero para infraestructuras a los ayuntamientos de otros chungos... Pero ¿Por qué? ¿Sólo porque son colegas? Error ¿Qué saca Marquito? No vamos a pensar mal; no vamos a hablar de comisiones... Lo que consigue 'Marquito Amante de La Foto' son APOYOS ¿Apoyos? Sí, apoyos, eso tan fundamental para hacer 'carrera política'. El colega se lleva una parte de la tarta pública que reparte Marquito en forma de concesión, publicación o dinero... Y Marquito, cuando se presente a un puesto más suculento, por ejemplo, el de Presidente del Gobierno, necesitará APOYOS que espera recoger de aquellos a los que -digamos- ayudó. Al lado de Marquito viajan todo el séquito de palmeros que le acompañan en actos públicos y le hacen aparecer revestido de poder. Los palmeros de Marquito también se llevan su parte de la tarta, como mínimo, un puesto de trabajo. Y en el pueblo, el concejal de turno, convierte la subvención que le dio Marquito en nuevos APOYOS para él. Y esta es la manera en la que el dinero público y el trabajo en servicio del interés general se convierten en herramientas para hacer carrera política. Esa que no se estudia en las facultades pero que es la que te asegura un futuro más brillante: sin crisis, con buen sueldo y con una aureola de poder en virtud de la cual encontrarás a muchos dispuestos a rendirte pleitesía.
Este es tan sólo uno de los usos espurios de la política. Una de las razones por las que los políticos se convierten en los amos cuando son, tan sólo, los empleados. 
Sobre eso debemos reflexionar cuando vemos imágenes como la que os dejo aquí ¡Impensables unas condiciones de trabajo semejantes en pleno siglo XXI! Es Cantabria... Esta semana.




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